Día sin carro…. una vez por semana y voluntario

Desde el  año 2000 se viene organizando y celebrando el día sin carro en Bogotá, y hoy por primera se lleva al escenario de motos y carros a la vez. Inició como una medida que busca disminuir la contaminación con las fuentes móviles y por supuesto también como un día para reflexionar sobre la movilidad, el transporte público y la contaminación del aire en la ciudad.

Personalmente considero que es una política de la ciudad que tiene que evolucionar. Durante el 2016 estuvo el debate para establecer un día sin carro al mes y en lo personal lo llevo a las medidas voluntarias, si bien parecen no funcionar, o eso creen algunos. Hoy, luego de cerca de 20 años de estar fomentando el uso de la bicicleta a través de las ciclorutas, de contar con un sistema de transporte masivo que debe continuar creciendo, de tener sistemas complementarios y próximos a iniciar la construcción de obras iniciales del metro, Bogotá muestra otra dinámica totalmente diferente a la de hace 20 años. Muchos más ciudadanos se han montando en sus bicicletas, han buscado medios alternativos de transporte y se han olvidado por más de un día al año de sus vehículos particulares. Razones tal vez hay muchas y no voy a negar que la demora en la construcción de más troncales del sistema Transmilenio ha sido una.

La política hoy no es la desincentivar el uso de los vehículos personales, es fomentar el uso de transportes alternativos. El enfoque es diferente si bien el resultado final es el mismo. Uno se hace con garrote, sanciones, multas y otro tipo de condiciones que son necesarias, pero el otro le llega a las personas porque primero le encuentran una razón en sus vidas y por otro, empiezan a encontrar un sinnúmero de beneficios a la decisión que tomaron, no a la que los obligaron a tomar. Es decir, con la zanahoria que les pusieron encontraron un propósito mayor y hoy lo hacen convencidos, sin importar si llueve, hace frío o cualquiera de las condiciones que hubieran encontrado antes como excusa y además con un agravante a nuestra condición humana… es que nos toca!

Si ya decidió voluntariamente bajarse de su carro lo felicito! Si no lo ha hecho, no tiene nada que perder, empiece la próxima semana y en vez de madrugar para que alcance a llegar a su trabajo antes del pico y placa, encuentre un medio alternativo que se ajuste a usted y que ayude a disminuir la contaminación en la ciudad. Empiece por un día a la semana y llegue hasta donde se sienta cómodo haciéndolo, pero recuerde, sin excusas! Ahora si no logra de bajarse de su comodidad, piense en adquirir un vehículo eléctrico y por supuesto ya hay varias alternativas en el mercado.

Por último, esperemos que la política cambie y que a quienes nos bajemos de nuestro vehículo personal podamos encontrar algún incentivo por parte de Bogotá para tener ese refuerzo positivo que así digamos que no lo necesitamos llega a nuestra corazón cuando nos lo dan y por supuesto nos refuerza esa decisión, ese firme propósito que hemos puesto para salir un poco de nuestro punto de confort y apostarle a razones superiores a nuestro egoísmo. Y los dejo con una imagen de nuestros amigos chilenos que resulta muy interesante para un día como hoy.

 

 

 

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