Humedales

Ayer 2 de febrero se celebraba el día mundial de los humedales y tal vez poco se vio de lo que los defensores del agua y las organizaciones en pro del medio ambiente organizaron para celebrar la vida de estos espectaculares ecosistemas. Siempre recuerdo con agrado a un ingeniero que pensaba que los humedales sólo tenían un sentido hidráulico (evitar inundaciones) y que fácilmente podrían ser sustituidos por tanques de concreto (¡por supuesto! es ingeniero civil) y así poder contar con unos extensos territorios para construir viviendas o cualquier otra infraestructura. Lo agradable de la historia es ver que este mismo ingeniero, años después, aprendió para qué más sirve este ecosistema y se convirtió en un gran defensor de los humedales.

Como ecosistemas logran concentrar gran fauna y flora, para el caso colombiano, hacen parte del camino migratorio de muchas aves, especialmente de los patos canadienses, además de ser lugar de encuentro de muchas especies nativas de aves. Lo malo de los humedales hemos sido nosotros que lo hemos llenado de aguas negras, robando terrenos inundables y de frontera del ecosistema, así como volverlos en tiraderos de basura y escombros. Por supuesto nadie quisiera ser vecino de un sitio que huele feo, se veo lleno de basura y que es foco de inseguridad y vectores. Así se han dejado de reconocer muchos humedales y los hemos perdido en una época en la que requerimos de estas áreas para protegernos de las inundaciones y de otros impactos del cambio climático.

Mi invitación es que vayan a los humedales, conózcalos y si quieren, regalen tiempo  a ese sinnúmero de ONGs y organizaciones civiles que se dedican a conservar y restaurar estos ecosistemas maravillosos. Somos capaces de cambiar la realidad que conocemos… así que cuando quieran los llevo a que los conozcamos.